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La joven bailarina granadina Patricia Guerrero es la artista invitada por el Ballet Nacional de España para protagonizar, junto a Maribel Gallardo, La Bella Otero. Comenzó a bailar a los 15 años en la compañía de Mario Maya, y ha sido primera bailarina del Ballet Flamenco de Andalucía bajo la dirección de Rubén Olmo. Desde hace más de 10 años recorre el mundo con su propia compañía.
¿Quién fue la Bella Otero?
Fue una mujer muy influyente, de la cual todos hablaban y por la cual mucha gente perdió la cabeza, e incluso, la vida. Una mujer con mucho carácter y un instinto de supervivencia brutal. Con mucha confianza en sí misma llegó a lo más alto de la élite de la sociedad y se codeó con grandes personajes de la época. Potenció como nadie lo que la llevó al éxito: su carisma y sensualidad.
¿Cómo es el personaje de este ballet?
El personaje es complejo debido a las grandes montañas rusas que acompañaron su vida desde pequeña. Llegó a tocar el cielo y murió en la miseria. Pasa por tan diferentes estados y conflictos que hacen de la Bella Otero un jeroglífico dramático. Cada detalle hay que llevarlo a la danza y hacer que su historia llegue al público.
Es muy importante para mí este personaje y me crea una gran responsabilidad. No existen imágenes grabadas de su movimiento ni de su expresión artística, por lo que la danza de la Otero en este proyecto será mi danza.
¿Qué supone para ti protagonizar este ballet con el Ballet Nacional de España?
Como bailarina, pisar la sede del Ballet Nacional de España ya es un gran paso y algo que te marca de por vida. Si encima entras como protagonista y de la mano de Ruben Olmo, podría decir que es como un sueño. Soy muy consciente de dónde estoy y de la gran responsabilidad que conlleva mi personaje. Tener este reto entre las manos está sacando de mí el 100%.
¿Es este el camino que querías recorrer profesionalmente o no te lo habías planteado nunca?
Sinceramente, nunca había pensado en entrar en una producción del Ballet Nacional de España como bailarina, sobre todo por el tipo de carrera que llevo como solista. Aunque desde hace unos años me apetecía conocer la compañía de cerca. La Bella Otero ha sido una verdadera sorpresa, un incentivo tan grande que estoy muy feliz de que forme parte de mi vida y mi carrera.
¿Qué te ha resultado más difícil?
Lo más complicado es interpretarla en diferentes edades y situaciones. Comienza siendo una niña indefensa, violada, maltratada, se hace una gran estrella y vive momentos espectaculares para volver a caer en la miseria al final de su vida. Hay que pulir mucho los detalles de interpretación en la danza para diferenciar toda su vida desde que es pequeña hasta que se hace mayor.
¿Y lo más satisfactorio?
Sin lugar a dudas, es su gran personalidad. Estoy interpretando a una gran mujer de la que hay muchas cosas que admiro y me gusta mucho tener la oportunidad de interpretarla.
¿Hay algo de la Bella Otero en ti?
Hay, sobre todo, seguridad. Es una característica que puedo ver en ella y en mí. También me veo reflejada en su capacidad embelesadora. Hay bastantes cosas a las que me puedo amarrar para meterme en su piel.
¿Crees que puede interesar a gente de tu generación o incluso más joven?
Por supuesto. Será una obra mítica de la que disfrutarán muchas generaciones. Es una obra dura en su fondo, pero es dinámica, divertida, fresca y con un colorido y energía que nos hará disfrutar a todos, dentro y fuera del escenario.