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Con la vista puesta en los ensayos y la preproducción de los estrenos de 2021 y la preparación de las giras de Invocación, que comienzan en octubre, el director del Ballet Nacional de España, Rubén Olmo, repasa cómo ha sido su primera temporada al frente de la compañía, truncada por la covid-19.

En agosto de 2020 terminó tu primera temporada como director del BNE. Ha sido más corta de lo habitual debido al cierre de los teatros desde marzo. ¿Qué planes no has podido realizar?
No hemos podido profundizar en el proyecto pedagógico, tanto dentro como fuera de la sede y tampoco hemos logrado avanzar en la preparación y los ensayos de los montajes de la nueva temporada.

Para adaptarnos a la situación inusual que estamos viviendo, creamos BNE en Movimiento Perpetuo, una iniciativa de talleres coreográficos en streaming para la que invitamos a tres artistas de distintas disciplinas, Belén López, Manuel Reyes y Marcos Morau, a trabajar con la compañía con el objetivo de que todos pudieran ver cómo es el proceso creativo y cómo trabaja el Ballet Nacional de España.

¿Cuál es la valoración que haces de este primer año?
A pesar de los momentos difíciles que hemos vivido, ha sido un muy buen año para el Ballet Nacional de España. Hemos continuado representando la obraElectra, en el Teatro Real de Madrid y en diversas giras por otras ciudades. Como al elenco se incorporaron 11 bailarines nuevos, invitamos a su coreógrafo, Antonio Ruz, para que trabajara con la compañía y la obra no perdiera su esencia. También hemos continuado representando Eterna Iberia, la última obra de Antonio Najarro coreografió para la compañía.

Además, hemos estrenado un nuevo montaje de escuela bolera, Invocación bolera, basado en los distintos estilos de la escuela bolera de los maestros, y un solo muy peculiar, Jauleña, que yo interpreto, y que recoge distintos estilos, desde la escuela bolera a la danza estilizada y el flamenco.

También hemos rescatado una obra de Mario Maya, uno de los más grandes maestros y coreógrafos que ha tenido el flamenco andaluz contemporáneo y poseedor de un estilo muy personal. El Ballet Nacional de España no disponía en su repertorio de ninguna obra suya. Estoy muy orgulloso de haber podido recuperar para el público actual De lo flamenco. Para preparar este montaje, que estrenamos el 7 de marzo en el Festival de Jerez, invitamos a Manolo Marín, Manuel Betanzos, Rafaela Carrasco e Isabel Bayón a trabajar con la compañía.

Igualmente, quiero destacar el trabajo realizado en el marco del programa pedagógico diseñado por Belén Moreno, impartido por Maribel Gallardo en varios colegios de Jerez de la Frontera, y que también ha permitido a grupos de escolares y de estudiantes y profesionales de la danza asistir a ensayos de la compañía en la sede. Este programa ha sido un éxito rotundo y ha recibido el reconocimiento de la Junta de Andalucía, que le ha otorgado el Premio Flamenco en el Aula 2020.

Otra de las iniciativas nuevas que hemos puesto en marcha esta temporada ha sido la colección de videos BNE Historia. De acuerdo con el propósito del Ballet Nacional de España de preservar y difundir el rico patrimonio coreográfico español, hemos compartido en redes sociales más de 30 fragmentos o coreografías completas de los 40 años de vida de la compañía. En esta temporada vamos a seguir buceando en nuestros archivos audiovisuales para localizar grabaciones que, por su valor artístico e histórico, creemos que merece la pena dar a conocer a las nuevas audiencias.

¿Esta temporada continuará el proyecto pedagógico de visitas a colegios y asistencia de escolares a los ensayos?
En estos momentos es muy difícil llevar el proyecto pedagógico a todos los colegios que nosotros queríamos o que estos puedan venir a la sede. Por ello, estamos preparando varios vídeos para que los profesores en los colegios que lo deseen puedan continuar con el proyecto, tras impartirles unos tutoriales, de dar a conocer a los niños la danza española.

¿El Ballet Nacional de España estrenará algún nuevo espectáculo esta temporada?
Estrenaremos dos espectáculos esta temporada. El primero, en abril, en el Teatro de la Maestranza de Sevilla. Con motivo del Centenario de Antonio Ruiz Soler estamos preparando un programa dedicado a Antonio, el bailarín, coreógrafo y director más completo que ha existido. Y en junio, en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, el estreno absoluto de la obra La Bella Otero.

¿Qué giras nacionales o internacionales tiene el Ballet Nacional de España previstas de momento?
Tenemos previstas giras en distintas ciudades de España, como Terrassa, Albacete o Pamplona, con el programa Invocación que estrenamos el pasado marzo en el Festival de Jerez. Aunque, todas las giras internacionales que estábamos cerrando se encuentran paralizadas, sí participaremos en el Festival Dance Open en San Petersburgo (Rusia).

¿Aunque la situación sanitaria sea incierta actualmente, crees que los teatros pueden programar con normalidad espectáculos de danza y los espectadores, asistir con total seguridad?
Como en todos los sectores, los teatros se han tenido que adaptar al momento que estamos viviendo, que no tiene nada que ver con la normalidad que conocíamos. Sabemos que esto va a durar bastante, pero tenemos que seguir adelante, adaptarnos y vivir lo más naturalmente posible esta situación. Soy optimista y creo que pronto tendremos una vacuna para salir de este mal sueño.

¿Vas a incrementar las iniciativas online o temes que potenciarlas aleje al público de los teatros y los espectáculos de danza acaben solo como contenido para trenes, aviones o autobuses?
Me gustaría integrar las iniciativas online dentro del Ballet Nacional de España, porque creo que es necesario. Por ejemplo, dentro del proyecto pedagógico, porque así llegamos a más colegios, para que aquellos que no tienen la oportunidad de venir a Madrid para vernos puedan acceder a este proyecto. También quiero seguir con la iniciativa BNE en Movimiento Perpetuo para acercar a bailarines y público a los coreógrafos que trabajen con la compañía.

Por supuesto, bailar para el público en vivo es lo nuestro, pero no descarto grabar una representación en directo para que se pueda ver en los aviones. No es la primera vez que se hace ni ha llegado con la pandemia. Se lleva haciendo desde hace mucho tiempo en ópera o danza. El Ballet Nacional de España debería tener también una obra que se pudiera disfrutar en todos lados.