Selecciona tu idioma
Saltar al contingut Saltar a la navegació Informació de contacte
La nutrición de un bailarín afecta a su trayectoria profesional, además de a su estado físico y anímico. Por ello, la dietista-nutricionista y pedagoga en danza contemporánea Raquel Santacruz ha impartido una charla a los bailarines del Ballet Nacional de España, que se complementará con consultas individuales con cada uno de ellos. Con experiencia en diferentes compañías españolas como el Centro Coreográfico Gallego, la Quebrá, Otra danza o Teatro del Velador, y estudios en el Centro Andaluz de Danza y The Work de Jennifer Muller, aplica sus conocimientos de nutrición y dietética a ayudar a bailarines como ella a mejorar su alimentación.
Los bailarines de compañías como el Ballet Nacional de España son como deportistas de élite por el exigente trabajo físico que realizan diariamente para poder estar en forma y representar en escena coreografías de diferentes estilos. ¿Pero su dieta debe ser como la de los deportistas?
Por lógica, un bailarín al igual que un deportista es una persona que usa más su cuerpo, pero el bailarín hace arte y se presta para él. Digamos que se prepara para que sus movimientos muevan cosas dentro de la gente; es una disciplina artística de una profunda entrega a la profesión. Por tanto, los bailarines van a necesitar más energía y más nutrientes, pero esto siempre va a depender de la persona y del momento en el que se encuentre, es decir, los requerimientos energéticos van a ser diferentes si se encuentra en clases de mantenimiento o en ensayos o en funciones. En deportistas de élite sí se tiene muy en cuenta qué alimentos han de ingerir antes, durante y después del ejercicio, y esto debería empezar a aplicarse a los bailarines también con el objetivo de mejorar el rendimiento y la prevención de lesiones.
Por tu formación y experiencia conoces diferentes disciplinas de danza. ¿La forma de alimentarse cambia según el tipo de danza que se baile?
Sí que he observado algunos cambios en la forma de alimentarse, pero para poder abordar mejor este tema deberíamos hacer estudios cuantitativos que midieran estos parámetros para así poder ver cuáles son las diferencias.
¿Desterramos el mito de que los bailarines tienen que pasar hambre para poder bailar o es en parte cierto?
No es el mejor enfoque ni mucho menos. En ocasiones se piensa que la alimentación saludable consiste en ganar o perder peso, pero eso es solo un indicador que no nos habla de nuestra salud. En lo que tendríamos que hacer hincapié es en fomentar unos buenos pilares, promocionando una reeducación en hábitos de alimentación saludable, en la gestión de nuestras emociones, en el descanso y, sobre todo, en el mantenimiento del trabajo de una buena base sólida en la técnica de danza, sea del estilo que sea. Lo fundamental es adherirse a todos ellos y mantenerlos a largo plazo. No solo es bajar de peso, sino mejorar la figura corporal con el trabajo de danza y con hábitos saludables estables.
¿Te has encontrado con muchos problemas de bulimia o anorexia entre bailarines o son otros los problemas nutricionales más comunes?
Sí que me he encontrado con estos casos, pero de igual modo que entre la población general. Normalmente han sido casos en estados no muy avanzados, que se han recuperado tras ser abordados de manera individualizada con un acompañamiento adecuado por un equipo multidisciplinar.
Lo más común son problemas de falta de energía, lesiones con más frecuencia, problemas digestivos, artritis… Es fascinante cómo la incorporación de hábitos sanos mejora todos estos síntomas. La alimentación es el acto rutinario que más impacta sobre nuestra salud general.
Aunque la dieta, entendida como hábitos alimenticios, cambia según la persona. ¿Qué buenos hábitos o consejos puedes dar a los bailarines?
Algo fundamental es que entendamos que la comida saludable tiene su base en los alimentos que son frescos, variados y de temporada. Porque cuando un alimento es fresco se dan varias condiciones que hacen que, por un lado, estos alimentos sean más saludables y, por otro lado, sus propiedades nutricionales (fitoquímicos, macro y micronutrientes) están intactas. Deberíamos consumir más alimentos de origen vegetal, y esto habría que complementarlo con otros alimentos (proteína de calidad, frutos secos, semillas) para que la dieta esté cubierta y satisfaga nuestras necesidades.
En general, algunas recomendaciones serían consumir menos azúcares, mejorar la alimentación, reducir las bebidas alcohólicas y los refrescos carbonatados, aumentar el número diario de verduras frescas y frutas variadas. Y complementarlo con una exposición solar saludable; evitar el estrés, manteniendo una salud mental correcta, con un tejido social positivo que te motive, te aporte confianza y te acepte tal y como tú eres; y disfrutar de la comida.
Podemos cambiar nuestra alimentación en muchas cosas; no hay un único cambio que tenga la clave, sino que podemos mejorar en muchos aspectos. Por ejemplo, podemos mejorar en un primer mes nuestros desayunos, y luego ir un poquito más a las cenas y a la comida que me llevo al trabajo; y poco a poco nos iremos dando cuenta de que nuestra salud global mejora muchísimo.
¿Cómo tienen que cambiar los hábitos alimenticios cuando llega el tan temido momento de dejar de bailar profesionalmente para mantenerse en forma al reducir la actividad física?
Ese momento va a depender del estado previo en el que se encuentre el bailarín o la bailarina, y según esto, si fuese necesario, se tendría que modificar de la dieta los requerimientos energéticos a los que estaba habituado para que el peso no aumente. Una persona que ha estado acostumbrada a unos ritmos de entrenamiento de alto rendimiento necesitaría adaptar el ejercicio a nuevas actividades físicas para no caer en el sedentarismo.
En estos momentos sería muy importante mantener una red de apoyo, una exposición saludable al sol para mantener la fijación de vitamina D en los huesos, y si todavía no se ha adherido a unos hábitos de alimentación saludable, es el momento de iniciarse en ellos.
¿Cuál serían los alimentos más indicados antes y después de una actuación?
Antes de una actuación recomendaría, por ejemplo, pasta integral o arroz integral con alguna verdura, preferiblemente no flatulenta, como zanahoria o tomate, con una proteína de calidad (carne, huevo o pescado), frutos secos y una pieza de fruta.
Y después de la actuación, comida más rehidratación. Un ejemplo podrían ser patatas al horno o cocidas más proteína de calidad (carne, huevo, pescado o legumbres) y ensalada o verduras a la plancha o al vapor, junto a una pieza de fruta.
¿Has encontrado algún alimento que crees que perjudica a los bailarines? ¿Y alguno que tenga grandes beneficios por su composición en vitaminas, minerales o efectos hormonales?
Los alimentos que ya sabemos que nos perjudican y que no deberíamos consumir son los alimentos ultraprocesados (bollería, refrescos…). Más que alimentos saludables en concreto, lo que tendríamos es que adherirnos a consumir a diario alimentos frescos, variados y de temporada, como son las verduras y hortalizas, frutas, legumbres, cereales integrales, proteínas de calidad, frutos secos y semillas.
¿Qué opinas de los súperalimentos?
Es un concepto que se malinterpreta, es decir, que depositas demasiada confianza en ese súperalimento, y normalmente son alimentos que comemos en pequeñas cantidades. Digamos que los súperalimentos son alimentos que tiene una cantidad elevada de concentraciones de micronutrientes y aceites esenciales. Lo importante es tener en cuenta es que no hace falta siempre recurrir siempre a ellos, porque lo importante es el patrón alimentario que se esté haciendo en el día a día.
¿Y de los suplementos, desde las vitaminas a los batidos proteínicos?
No es necesario. En determinadas ocasiones pueden ser recomendados por un profesional sanitario, porque puede mejorar una patología, pero consumirlos por nuestra cuenta muchas veces puede ser malgastar el dinero e, incluso, comer peor.
¿Un profesional de la danza podría llevar una dieta vegana o vegetariana o su cuerpo sufriría la falta de algún componente?
Sí, una dieta vegana o vegetariana puede ser completamente saludable y completa si está bien diseñada. En el caso del veganismo, hay que suplementarlo con vitamina B12. Lo que tenemos que hacer los profesionales sanitarios es asesorarles bien y darles un buen consejo dietético.